Sunday, May 12, 2013

Un plato de lentejas y una mano dura

 

Un plato de lentejas y una mano dura Publicado el lunes 31 de deciembre del 2012 en el Nuevo Herald

RAQUEL REGALADO: Un plato de lentejas y una mano dura
Hoy en mi casa empezamos el año nuevo almorzando lentejas. Y aunque cuando niña no apreciaba mucho las tradiciones como el comer doce uvas a las doce de la noche o el almorzar un plato de lentejas, para asegurar la buena suerte y la prosperidad en el año nuevo, hoy como madre no solo las disfrutó sino también las aprecio. Aprecio nuestras tradiciones porque más allá del hábito son un vínculo al pasado, un recuerdo que nos ata a nuestros padres, abuelos y tatarabuelos. Una oportunidad para reconocer que aunque hemos tenido muchos logros y muchas cosas han cambiado, hay cosas que debemos mantener, cosas que son tan importantes hoy como lo fueron ayer.

Lamentablemente, este es un concepto poco popular entre miembros de mi generación y menos entre miembros de la generación de mis hijos, ya que muchos piensan que todo lo nuevo es mejor, que la juventud todo lo sabe y que la tecnología ha redefinido la humanidad. Pero yo creo que aunque la tecnología ha cambiado el paisaje, la materia bruta sigue siendo igual y escobita nueva no siempre barre mejor. También creo que, sin quererlo, en muchos casos con la excusa del progreso, hemos disminuido la importancia del respeto a la humanidad, del valor de la vida, y de la necesidad de vez en cuando de tener la mano dura.

Este mes en el buró de escuelas tendremos la oportunidad de hablar sobre estos temas ya que nosotros determinaremos si expulsamos o no al estudiante que por Twitter amenazó que iba a provocar una matanza estilo Newtown, Connecticut, en una escuela en Miami Lakes. Y aunque él mismo dice estar arrepentido y que todo fue en broma, es importante que él y todos nuestros hijos y nietos entiendan que todas las acciones tienen consecuencias y que hay algunos temas sobre los cuales no se debe bromear. También es una buena oportunidad para hablar con los niños sobre el uso de los medios sociales y el impacto que lo que escriben en estos sitios tiene en sus vidas y en las vidas de otros.

Como adultos tenemos el deber de proteger a nuestros hijos y a su niñez, pero también de criarlos para que sean hombres y mujeres honorables y dignos de las oportunidades que les hemos dado. Como miembros de la junta escolar es nuestro deber proporcionar una educación excepcional a todos nuestros estudiantes, ya que esta les dará las herramientas para ser exitosos el día de mañana. Pero también tenemos la obligación de proteger a estos pequeños cuyos padres han dejado en nuestro cuidado y asegurarnos que aprendan no solo matemática y lectura pero también a respetar y a tener compasión con su prójimo.

Este mes espero que unánimemente el buró de escuelas envíe un claro mensaje que la seguridad de nuestros estudiantes y la tragedia nacional de Newtown no es tema de broma, que tengamos una mano dura, sea o no sea popular. Porque entre todos los recientes logros del sistema escolar, lograr que nuestros estudiantes se respeten unos a otros, que respeten a sus maestros y padres, que consideren el resultado de sus acciones antes de actuar y que reconozcan el valor de la vida valdrá mucho más que todos los premios que recibimos el año pasado. Y hoy en el almuerzo, cuando disfrutemos nuestras lentejas, espero que todos reflexionemos no solo sobre las cosas nuevas pero también sobre los valores viejos que debemos mantener.

Miembro de la Junta Escolar.

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