Sunday, May 12, 2013


Los jubilados y el futuro de nuestros niños Publicado el lunes 09 de julio del 2012 en El Nuevo Herald

RAQUEL REGALADO: Los jubilados y el futuro de nuestros niños


 El fin de semana antes pasado, como muchos, aproveche para ir a Home Depot y comprar algunas cosas para arreglar la casa antes del 4 de Julio. Caminaba por el pasillo cuando una señora retirada, llamada Marta, me dijo: Raquelita, yo llegue a este país hace más de 45 años con una mano adelante y la otra atrás, trabajé y estudié, hoy mi hijo tiene 44 años. ¿Por qué yo tengo que pagar por las escuelas públicas? 

Lamentablemente en estos tiempos tan difíciles, cuando muchos están entregando sus viviendas a los bancos, rentando cuartos en sus casas, o recortando medicamentos para pagar los aumentos de los seguros de casa, dónde y a quién van nuestros impuestos es para muchos una preocupación diaria. 

Por mi parte, como miembro de la Junta Escolar me he pasado los últimos dos años educando a nuestros residentes sobre el sistema escolar con la esperanza de no solamente hacer la educación una prioridad para nuestra comunidad pero también para restablecer la confianza en un sistema que antes era reconocido por malgasto y exceso. 

Pero más allá de nuestros logros y los más de 347,000 niños que educamos a diario, la pregunta de Marta es válida. Personalmente, como producto del sistema público y madre de dos niños en el mismo, creo que la educación pública es la mejor inversión que nuestra comunidad puede hacer para el futuro. Y mientras esta semana el condado de Miami-Dade se prepara para vender bonos de construcción que mis hijos y mis nietos pagarán, el sistema escolar invierte en la infraestructura intelectual, en la educación de pequeños que serán los herederos de los bonos que pagan nuestros grandes proyectos pero también los herederos de los muchos sacrificios que hicieron sus padres, abuelos y bisabuelos. 

Y aunque como decía mi querido abuelo “hoy por ti, mañana por mí, muñeca” el pagar hoy por lo de mañana no es fácil. Pero el verano es buena hora para reconocer el impacto diario que tienen nuestras escuelas en nuestros vecindarios. En particular lo importante que es para todos que los niños tengan oficios y que no estén por las calles en busca de entretenimiento. Tanto, que cualquier policía o empresario te puede hablar sobre el crecimiento de delitos pequeños en el verano y el efecto cascada que estos tienen en la calidad de vida y el valor de las propiedades. Pero también te pueden hablar sobre lo que ocurre cuando los adolescentes dejan la escuela y el efecto de las pandillas y la delincuencia en nuestros barrios.

Finalmente, invertir en nuestras escuelas también ayuda a nuestra economía local y estatal, ya que el problema más grande que tiene el estado de la Florida es el granporcentaje de personas que ganan un  sueldo mínimo y no asistieron a la universidad. Hoy en esta nueva economía internacional estamos compitiendo con trabajadores de varios países y tenemos que educarnos para no ser cola sino
cabeza.

Pero todo no es matemática, ciencia y competencia, también tenemos que asegurarnos de que nuestros niños, como nosotros, aprendan de su historia local y de nuestras tradiciones. Y que como mi generación, estos pequeños reconozcan lo que Marta y otros jubilados, con su trabajo y sacrificio, han contribuido para
asegurar el éxito y bienestar de tantos niños.

Miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade.
© 2012 El Nuevo Herald. All Rights Reserved.
http://www.elnuevoherald.com

No comments:

Post a Comment