Sunday, May 12, 2013


El No a la desigualdad Publicado el lunes 06 de augusto del 2012 en El Nuevo Herald

RAQUEL REGALADO: El No a la desigualdad

La otra noche me encontraba en el Festival Internacional del Teatro Hispano presentado por el Teatro Avante disfrutando de una adaptación de la obra de Virgilio Piñera, El no. Mientras Emilia tejía y tejía y Vicente se entretenía con su crucigrama, yo pensaba sobre la naturaleza del cubano y la paciencia amarga que nuestra circunstancia política nos ha, a golpes, enseñado. 

Aquí en el exilio, mucho se han aprovechado de esta paciencia, de nuestra nostalgia por una tierra a solo noventa millas y de nuestra esperanza que en cualquier momento regresaríamos a Cuba. Hoy décadas después muchos somos de aquí y no de allá, y pensamos en visitar, no en vivir, en una Cuba libre y soberana. Hoy como muchos otros hispanos, nuestro sentido de estancia temporal se ha convertido en estancia permanente. 

Esta nueva realidad nos obliga a luchar por nuestros hijos y nietos, por nuestros barrios y por la igualdad de oportunidad. Esta nueva realidad requiere enfrentar las malas decisiones de los años 1980 y el abandono de las escuelas construidas hace más de cuarenta años que hoy se están cayendo y la triste realidad que la gran mayoría están en áreas hispanas, en La Pequeña Habana, en Allapattah, en Flagami, Westchester, y Hialeah. La realidad de que mientras otros niños estudian en escuelas recién construidas con aire central y pizarras electrónicas, los nuestros estudian en aulas con goteras, con limitaciones eléctricas, con ventanas viejas, paredes llenas de comején y sin aire central. 

Algunos en la Junta Escolar no quieren hablar sobre esta injusticia, sobre el estado deplorable en el cual trabajan nuestras maestras y aprenden nuestros hijos; ellos quieren tapar el sol con un dedo y esperar a que la situación mejore. Por años hemos estado esperando, construyendo escuelas en áreas nuevas para aliviar el crecimiento, esperando la mejoría en nuestros barrios antiguos de clase media mientras pagamos los grandes proyectos del condado, el medio centavo del transporte y el Children’s Trust. Por años los residentes de este condado han pagado los bonos que emitió el buró de escuelas en 1988 y que caducan en el 2017. Por más de una década pagamos estos a un interés de 7 por ciento a un promedio de 70 dólares por propiedad. 

Por eso yo entiendo que cuando hablamos de bonos la gente se aterroriza. Pero esta vez van a la boleta y vienen con ataduras, con un interés de 4 por ciento, con una lista de proyectos escuela por escuela, edificio por edificio y con un junta creada específicamente para asegurar que nuestras escuelas que tiene más de cuarenta años sean las primeras.

Yo sé que es más fácil seguir con nuestra mentalidad temporal, dejarle la decisión a otro, esperar que el tiempo remedie la injusticia, pero como Emilia, creo que después de tanta espera debemos decirle que No a las condiciones deplorables en las cuales estudian nuestros niños hispanos. Nosotros no somos ciudadanos de segunda clase y aunque este país no sea nuestro país de nacimiento es nuestra comunidad. Por eso les pido que le den El No a la inequidad para asegurar el éxito de nuestros niños. Y que consideren darles El Sí a nuestros niños hispanos.

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