Wednesday, January 15, 2014

Maestros, libros y liderazgo


 
En las últimas semanas a nivel local y estatal hemos estado hablando sobre los cambios en el sistema de calificaciones por desempeño académico en nuestras escuelas. Es la primera vez que muchos oyen hablar del Departamento de Educación estatal y se preguntan sobre el poder del mismo en comparación a las juntas escolares locales.
Históricamente, después de que se revelan estas clasificaciones, todos se olvidan del Departamento estatal de Educación hasta la primavera, cuando este administra el FCAT. Pero esta última semana sucedió algo diferente, cuando se conoció que el comisionado de educación estatal Tony Bennett había intervenido en la clasificación de una escuela “chárter” cuando era superintendente en Indiana. La situación se complicó aún más, ya que la posición de superintendente en Indiana es un cargo sometido a elección y fue revelado que los propietarios de la escuela donaron fondos a la campaña política de Bennett. Como si eso fuera poco, se conoció también que la esposa de Bennett tomó una posición como directora regional en Florida Charter Schools USA, la compañía que Bennett escogió para manejar las escuelas “Charters” en Indiana cuando él era superintendente.
En resumidas cuentas, Bennett renunció y mientras se investiga si algo similar ocurrió en la Florida en sus seis meses en el puesto de comisionado de educación, la junta estatal de educación nombró a Pam Stewart como Comisionada interina, un puesto que esta ya tras la renuncia del comisionado anterior, Gerald Robinson. Pero cuando apenas faltan unos días para empezar del año escolar, es importante considerar el impacto que estos cambios de liderazgo en Tallahassee tienen en nuestras aulas.
El Departamento de Educación de la Florida es la agencia de educación del estado que administra la educación pública y gestiona la financiación y los controles de los distritos escolares. La persona al mando de esta agencia es el Comisionado de Educación. Originalmente la posición tenía nivel de Gabinete estatal y era electa por los votantes. Esto cambió en 1998, cuando la Comisión de Revisión de la Constitución propuso modificar el Artículo IV, Sección IV y redujo el Gabinete de Gobernador de seis funcionarios electos a tres: el Procurador General, el Director Financiero y el Comisionado de Agricultura. Como resultado, las posiciones de Secretario de Estado y el Comisionado de Educación se convirtieron en cargos designados y sus respectivas agencias se convirtieron en la responsabilidad del Gobernador. También se creó un nuevo Consejo de Educación Estatal con siete miembros nombrados por el Gobernador para supervisar el Departamento de Educación. Los votantes aprobaron estos cambios y los mismos se hicieron efectivos el 7 de enero de 2003.
Desde entonces, ha habido seis comisionados de educación nombrados en la Florida. Los dos últimos fueron Gerard Robinson, de Virginia y Tony Bennett, de Indiana. Hoy muchos en Tallahassee mantienen que se debe regresar a una posición electa por el pueblo, ya que una elección aseguraría que la persona al mando de la educación del estado fuera de la Florida. Otros mantienen que el sistema actual, en que el gobernador nombra al titular del cargo, es mejor porque existe la posibilidad que el comisionado venga de un entorno más diverso, ya que una elección estatal requiere una campaña multimillonaria.
Pero mientras se considera cómo se escoge el comisionado de educación en Tallahassee, la realidad es que las decisiones que hará el Departamento de Educación en los próximos tres años establecerán el rumbo educacional de nuestro estado para la próxima década. Como madre de dos niños en nuestro sistema escolar, yo espero que el liderazgo en Tallahassee aprenda algo de la telenovela de Bennett y que cuando se llene la vacante se escoja a alguien que, en vez de enfocarse en hablar en el circuito nacional sobre la reforma educativa, se enfoque en visitar a las ciudades y escuelas de la Florida; que responda no a las grandes fundaciones y negocios nacionales sino a las necesidades de todos nuestros niños incluyendo a los que están aprendiendo inglés como segunda lengua y a nuestros niños con discapacidades.
Espero que esta vacante se use como una oportunidad para establecer credibilidad con los votantes, para unir a los distritos escolares e incluír a los mismos en las decisiones que se hacen en Tallahassee. Espero que el nuevo Comisionado de Educación no solo hable con los expertos y los gurús de la reforma educativa, sino también con maestros y padres de familia sobre el futuro de la educación en nuestro estado. Porque electo o no, el Comisionado de Educación de la Florida es responsable por 2, 600,000 alumnos y sus decisiones impactan la vida diaria de los mismos. Por eso les pido que entre las preparaciones para el regreso a la escuela y la rutina que le sigue, mantengan en mente al Departamento de Educación estatal y el impacto que esa selección tendrá en nuestro estado.
Publicado En El Nuevo Herald el lunes, 08.05.13

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